viernes, 6 de junio de 2025

FIRMAS SELECTAS: Bondad y Reencarnación

 LA AVENTURA DE VIVIR (ODISEA EN LA TIERRA)




Por Isabel Muñoz
Isa Maran
Todos los derechos reservados.

 

   ¿Qué podría significar trabajar en el desarrollo de la bondad para neutralizar los efectos de una reencarnación compleja?

   La bondad es uno de los frutos del espíritu, pero si analizamos bien los mismos, y cada uno de ellos, entendemos bien por qué la bondad neutraliza los efectos de una reencarnación que se ha llenado de sufrimiento.

Todos somos la consecuencia de nuestras acciones pasadas, de los hechos que marcarán nuestra historia. Que hoy seamos víctimas, puede querer decir que en otra reencarnación fuimos verdugos, aunque también puede querer decir que seguimos los pasos de Jesús para alcanzar la maestría a través de aquellas experiencias y sacrificios manifestados a través de la bondad.

   La bondad, en este mundo en que vivimos, no es un requisito para entrar a trabajar; por tanto, desgraciadamente, no es un requisito en el currículum para entregar a una empresa. Pero ¿qué ocurre en nuestro currículum vitae espiritual…? Pues que la bondad sería la consecuencia más importante de aquel o aquella que dice que ama a Jesús.

Sin embargo, por la forma en la que enfrentamos los desafíos en cada odisea de vida, podemos determinar el valor de aquello que decimos ser y sentir por como respondemos a ello.   

   Todo desafío, muerte, experiencia o enfermedad, tiene un propósito para la evolución del ser humano, y la forma de enfrentarlo y resolverlo es la consecuencia de nuestro grado de conocimiento y aplicación práctica espiritual.

 Hace, relativamente poco, una persona con la que hablaba me dijo lo siguiente: «Yo, sé que no entraré en el reino de Dios». Según me decía que practicaba, yo no sabía si correr o echarme las manos a la cabeza, pero solo se me ocurrió orar por esa persona, pero lo más sorprendente fue lo que dijo después: “¡quiero arrastrar a cuantos más mejor conmigo!”. ¡Me quedé estupefacta!, pero cuando me puse a pensar y analicé cada paso de sus palabras y comportamiento, junto al tipo de actitud que desarrollaba, pude entender que la soberbia era una característica importante en su vida, donde solo el tiempo, le irá demostrando los efectos causales de su propia soberbia. Como ya dije en el anterior artículo, una personalidad soberbia puede esconder un narcisista peligroso, el cual, siempre, buscará tener controlados a los demás para desarrollar sus objetivos, escondiendo su verdadera personalidad al deshacerse en halagos que rozan lo excesivo e innecesario para atraerlos y conquistarlos. La bondad será inexistente y derivará, con el tiempo, en una actitud “depredadora”, de no conseguir lo que quiere o a quien quiere, no dudando en utilizar prácticas poco ortodoxas para lograr su fin. 

  Por esta razón, la bondad, de todos los frutos del espíritu, es la característica que distingue a las personas que tienen la fuerza activa de Dios con ellos.  El “Todo” es energía constante en el cosmos, omnipresente, omnipotente, omnisapiente, y, por tanto, es omnisciente. No es masculina ni femenina, son ambas energías. ¿Qué es mejor, el sol o la luna? ¡Los dos son astros vitales e importantes! Uno sirve para darnos luz y calor durante el día, y el otro no dará la luz en la oscuridad para guiar nuestro descanso. 

   El sol contiene la energía masculina (padre). La luna contiene la energía femenina (madre); ambas proceden del TODO, y ambas energías son necesarias. Así como cada planeta tiene su propia energía, así cada ser humano tiene su propio nivel de la misma, lo que nos lleva a entender que cada ser humano vibra en frecuencias diferentes y que la resonancia de la misma es la que determina el nivel de conexión con el espíritu o fuente divina. Quien recibe luz, es incapaz de cometer actos deshonestos, dado que su frecuencia vibra en la bondad, ¡esa es la frecuencia del espíritu de Dios! 

¿Pero qué es la bondad?

    La bondad es el punto más desarrollado de la inteligencia del espíritu, la cual no tiene nada que ver con la cultura académica adquirida, a la que muchos dan la mayor de las importancias. La bondad es el punto desarrollado de aquella inteligencia, que desemboca en lo espiritual, es bondad manifestada, la única que puede llamarse sabiduría del espíritu a través de la manifestación práctica de conocimientos adquiridos abocados al crecimiento y expansión del ser humano, y que se manifiesta a través de todo cuanto le rodea desde su propia actitud. Siendo la integridad, aquello que define a cada persona y se manifiesta a través de los valores que defiende y que también práctica, y que son una reseña de identidad personal.

   El espíritu activo de Dios es la bondad manifestada a través de los frutos del espíritu que la avalan; contra tales atributos, no hay ley en contra.

  El amor es bondadoso; de ahí se derivan todos los demás frutos del espíritu. Creo que por esta razón Jesús dijo: “Les dejo este único mandamiento… que se amen los unos a los otros”. Cuando razono sobre las formas del amor aplicado a los frutos del espíritu, me digo: Sin amor no es posible ser bondadoso, sin bondad no es posible sentir el gozo, pues el gozo es el placer que se experimenta desde la alegría y el bienestar que produce hacer el bien. La paz solo se recibe desde el espíritu que goza y siente bondad. La fe es igual a la fidelidad a Dios, la cual no existe sin la bondad que esperamos manifieste ante la fe en algo. La benignidad solo se manifiesta a través de los actos bondadosos. La mansedumbre no existe sin el perdón, el perdón genuino no es posible sin el amor, el amor es bondad.  El gozo no es posible con un espíritu contristado. Aquel que busca la guerra, la discordia, el enfrentamiento, aquel que difama, critica y crea malestar, no cultiva la bondad; por eso, sin la bondad, no puede existir un espíritu gozoso.  

   Todo ser humano que goza con Dios, se reconoce por la luz que transmite en cada lugar donde se encuentra.  Su presencia se nota y es notable a través de la energía que proyecta, la cual es transformadora. Por eso, para los que resuenan en la misma escala de vibración o sintonía, la persona de luz, la persona bondadosa, será un bálsamo de alegría y positividad, pero para los que resuenan desde una sintonía contraria, será un problema porque solo piensan en la forma de apagar esa vibración.  Quienes respetan la luz y la aman, siempre crearán una sinergia creciente de grupo, lo cual aumentará la masa de vibración; pero el resto, buscarán la forma de apagar esa sinergia. Los efectos de evolución alcanzada por cada ser humano, en esta vida, son el fruto o resultado de reencarnaciones anteriores, y del rescate que hace la memoria del alma para manifestar el grado de evolución en el que se encuentra. Por tanto, la bondad, según el registro de terapias de vidas pasadas, sería la forma más elevada de la inteligencia de un ser humano, la inclinación natural de la persona a hacer el bien, algo que se muestra por el respeto y consideración que tenemos hacia los demás y hacia todo lo que nos rodea. 

 

Isabel Muñoz es Escritora, Poeta y Coach de procesos transpersonales con certificación en Inteligencia Emocional y PNL. Especializada en Medicina y Arquetipos del Alma. Master en terapia psicoemocional con Cuarzos Maestros y en Terapia de Regresión con investigación sobre vidas pasadas, entre otros conocimientos profesionales adquiridos y de autoconciencia.  Está formada en Numerología y Astrología, para entender el proceso del alma y el plano que ocupa en el desarrollo de su personalidad y la memoria del alma.

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