jueves, 24 de abril de 2025

Las tropas del Papa

Foto de Neneo de Dreamstime ID 36573299



Por JOEL ORTEGA JUÁREZ

Cuando terminó la segunda guerra mundial, las potencias vencedoras negociaban el reparto de Europa y África, se propuso incorporar al Papa, a lo que José Stalin, ¿preguntó “cuántas tropas tiene el Papa? No tenía idea de la importancia que tiene la ideología, en este caso la fe de cientos de millones de personas.

Me ayuda mucho a entender el legado del Papa, la entrevista a Rubén Aguilar de Víctor Flores García de la Revista Sputnik, donde dice “A Francisco le interesaba que las obras se hagan y permanezcan, no sólo en discursos. Tomó una actitud del pragmatismos jesuita…Con ese espíritu apegado a su vocación por los pobres, impulsó muchos cambios, comenzando por transformar la estructura de la curia romana que se había posesionado con Benedicto XVI ( 2005 -13)». “Para avanzar en su proyecto reformador de la religión que profesan 1,400 millones de fieles en el mundo, Francisco lo primero que transformó fue la estructura cardenalicia”. Muy penetrada por la corrupción. Sacrificó radicalismos, por hacer un puñado de cambios que avancen y se queden.

Francisco fue el el primer Papa jesuita después de 500 años de la orden fundada por San Ignacio de Loyola (1540).
Jorge Mario Bergoglio, su nombre secular, le dio un carácter universal a la iglesia, deseuropeizándola. Apostó por África, Asia y América.

Otro legado es abrir el jerárquico Sínodo no sólo a los obispos sino a sacerdotes , religiosas y religiosos ,laicos hombres y mujeres .

Esa conformación igualitaria del Sínodo que en los años 2023 -24 desemboca. en un proceso de depuración de 250 elegidos, entre cientos de miles de católicos, desde las parroquias de todo el mundo.

Sus posturas entre la comunidad LGTBQ + SON EXTRAORDINARIAS.
Aunque tuvo posiciones un tanto tibias ante la cuestión del celibato.

Un Papa jesuita, reformista, pragmático con gestos de acercamiento a la gente , está en riesgo de que su sucesor sea un conservador que de un viraje en esa dirección.
Es en ese sentido que lo que ocurre en la estructura de poder más antigua de la tierra, rebasa un criterio militarista como el que se le atribuye a Stalin.

La Iglesia Católica a pesar de evidentes fenómenos decadentes, como los acosos , violaciones y pederastia practicados contra seminaristas , sacerdotes y laicos por integrantes de la jerarquía eclesiástica, no implican desconocer su inmensa influencia en sus 1 400 millones de feligreses y de los que no pertenecemos esa Iglesia.

La fuerza de la fe es aún muy poderosa, a pesar de las tendencias de creciente alejamiento de la religión entre los jóvenes.

Cualquier intento de cambio a nivel planetario, para hacer frente a los desafíos de los siguientes años cruciales , en el ámbito social, ambiental, económico, identitario, de guerra , de violencia , requieren de una Iglesia Católica que fortalezca sus tendencias reformistas, como lo hizo el Papa Francisco.

 


NI LEA NI EL FASCISMO, EL CAMINO EL SOCIALISMO

 

Foto proporcionada por el autor


Por JOEL ORTEGA JUÁREZ

La publicación de la fotografía de una reunión de organizadores de la Manifestación del 10 de Junio de 1971, donde están Joel Ochoa, el Negro, delegado al Comité Coordinador de Comités de Lucha, Enrique Treviño un activista muy destacado de ese movimiento donde su hermano Francisco cayó herido de muerte por las balas de los Halcones, cuerpo para militar promovido financiado, entrenado y protegido por el Estado que encabezaba Luis Echeverría Álvarez y la presencia en la foto del autor de estas líneas, delegado al COCO por Economía, es impedir el olvido de esos combatientes por la libertad, quiénes junto con Severiano Sánchez y miles más derrotamos a quienes se oponían a la realización de la manifestación del 10 de junio, argumentando que el presidente Echeverría había resuelto favorablemente las demandas de los universitarios de Nuevo León original motivo de la solidaridad en la UNAM, el IPN, Prepas Populares , que se enriqueció con otros elementos del programa del movimiento.

Entre otros la Unión Obrero estudiantil, el rechazo la Apertura Democrática y a la falsa disyuntiva ECHEVERRÍA O EL FASCISMO.
Ante la cual planteamos NI LEA NI EL FASCISMO EL SOCIALISMO.
La lucha por ganar la calle realizada por los manifestantes el 10 de junio (jueves de Corpus) de 1971 en San Cosme, sintetizó la aspiración y defensa de las libertades democráticas, conculcadas por décadas bajo el régimen autoritario priista.
El hilo conductor de esa lucha fue mostrar el daño causado al desarrollo político nacional por la hegemonía de la cultura, la ideología y las políticas autoritarias del Estado, envueltas en los paradigmas de la Revolución Mexicana.
Aquí de manera muy resumida se intenta probar de qué manera el movimiento social y político autónomo se opuso a dicho sistema. Los casos paradigmáticos de esa resistencia fueron el movimiento estudiantil del 68 y la manifestación del 10 de junio de 1971.
La hipótesis original de esta visión del movimiento plantea que el movimiento estudiantil mexicano de las décadas de los 60 y 70, cumplió las tareas que Carlos Marx y Antonio Gramsci le asignaban el Partido proletario. Se trata de la idea de partido en el sentido histórico, no del partido electoral y con registro del sistema político mexicano actual.
Según el criterio de esos pensadores y de Lenin, el partido es: memoria histórica; vanguardia política; promotor y formador de organizadores sociales y políticos; conciencia crítica, y constructor y educador de una nueva cultura.
La distancia de más de 50 años de ese movimiento no debe olvidar sus objetivos, por ello publicamos la foto y estas notas.

Reforma telecom y la defensa de la soberanía nacional

 

Imagen generada por la IA


Por Angélica Beltrán

Noticias de México.- La iniciativa de reforma a la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión enviada por la presidenta Sheinbaum al Senado este miércoles, busca recomponer cimientos constitucionales en clara defensa de la soberanía nacional, eliminados durante gobiernos neoliberales.

     La iniciativa busca prohibir la propaganda extranjera en materia política, comercial o ideológica, con excepción de la promoción turística o cultural, en medios nacionales concesionarios; como ya lo establecía una ley eliminada en el sexenio peñista en 2014.

           Y así como esa ley soberanista fue eliminada; a lo largo de 30 años de gobiernos neoliberales (1988-2018) se eliminaron leyes dentro del paquete de “reformas de gran calado”, con el propósito de debilitar los pilares constitucionales de la seguridad y defensa de la soberanía nacional. De ahí que haya quedado bien acuñado el término de “vendepatrias” a quienes sirvieron a esos gobiernos.

         En ese marco, y sólo por recordar, se impulsó la privatización de las playas en el gobierno de Peña Nieto; pese a que la Constitución contempla las playas y litorales como parte de la franja de seguridad nacional; cuya venta estaba prohibida a particulares, sobre todo a extranjeros, en previsión de invasiones. Afortunadamente, la ley fue restituida a la constitución en el sexenio pasado del presidente López Obrador, con lo cual las playas volvieron a ser públicas.

          Por cierto, el legislador que impulsó la privatización de las playas, porque según su “justificación jurídica” en pleno siglo XXI ya no había peligro de invasión extranjera, fue el propio Beltrones, entonces coordinador de la bancada priista; a través de legisladores “ingenuos”, por decir lo menos.

            De tal modo, que hoy la ley vigente en materia de telecomunicaciones y radiodifusión no contempla sanción ni prohibición alguna para la difusión de propaganda extranjera en materia política e ideológica; por eso la presidenta Sheinbaum no cuenta con elementos legales para sancionar a medios concesionarios que difundieron en los últimos días spots del gobierno de Estados Unidos en contra de los migrantes indocumentados, considerándolos narcotraficantes y delincuentes en general.

          Y aunque pudiéramos considerar obvio que los concesionarios deben estar en primera instancia en defensa de los connacionales, por sobre gobiernos que propagan discursos racistas, incriminatorios y de odio contra la población migrante; y por ética no deberían aceptar campañas extranjeras en contra de nuestro propio país, la mentalidad de la información como mercancía ha dado oportunidad a campañas en ese sentido.

       Esto, sin el menor atisbo para considerar que las políticas imperialistas en contra de América Latina han propiciado la migración de la población más afectada.

       En fin, la iniciativa en materia de telecomunicaciones y radiodifusión de la presidenta Sheinbaum que propone reglamentar la difusión de contenidos en medios de comunicación concesionarios, ya se encuentra en proceso legislativo, tras ser recibida en el Senado como cámara de origen; y se prevé su aprobación el próximo lunes, según el presidente de Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña.

            En paralelo, la presidenta Sheinbaum ha creado la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones en sustitución del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la cual establecerá el esquema de sanciones millonarias para quienes incumplan con las disposiciones legales y regulatorias en este sentido, cuya pena máxima será el retiro de la concesión.

            Y como la reforma a la Ley Telecom no requiere mayoría absoluta, sino simple, para su aprobación, es un hecho que será aprobada la próxima semana en que finalizará el periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión; con tiempo para su envío a la Cámara de Diputados, donde continuará el proceso legislativo, cuya bancada mayoritaria coordina Ricardo Monreal, brazo fuerte y aliado legislativo de la presidenta Claudia Sheinbaum. En hora buena por esas reformas soberanistas.

OPERACIÓN CANGREJO, LA HABANA EN RUINAS (II)



Foto del autor en Cuba


Por JOEL ORTEGA JUÁREZ


La Habana está en ruinas, el Hotel Nacional, La Casa de las Américas, El Cine Chaplin, el Hotel Habana Libre, La Rampa, El Vedado, La Habana Vieja, La Plaza de la Catedral, los helados Coppelia, el Hotel Cohíba, el Hotel Riviera, incluso el lujoso barrio de Miramar, no se diga la Víbora, San Isidro, el pequeño muelle de las lanchitas que salían a La Regla, el Cine Yara, el Hotel Saint John donde escuché tantas veces a José Antonio Méndez y César Portillo de la Luz , el estadio de los Juegos Panamericanos rumbo a Cojímar, aunque en ese lugar hay un precioso restaurante la Terraza de Cojímar con fotos recordando a Ernest Hemingway, entre ellas hay una muy rara de un tiburón pescado ahí de 681 kilos.
No vi limosneros, ni jineteras, ni violencia en La Habana.
En la Ciudad de México hay limosneros por todas partes, incluso en Polanco y frente a Palacio Nacional.
En medio de la Habana en Ruinas hay lugares de muy buena comida como el restaurante Costa Vino en el Malecón, bastante concurrido lo que indica que hay un sector privilegiado, compuesto por la casta de burócratas en vías de ser los nuevos capitalistas, también el Gato Negro de pastas al que fui gracias a Leticia Pineda periodista mexicana que trabaja para France Press en la Habana sin su compañía , su conocimiento de Cuba y la de su compañero Guillermo G Espinosa, no hubiese aprovechado tan maravillosamente mi corto viaje a la Habana. Con ellos tuvimos largos “seminarios” muy enriquecedores para mí. El Restaurante Habana Blues en Vedado, es muy singular está decorado con motivos acuáticos, los meseros son actores y actrices de teatro, televisión y cine.

Otro restaurante reciente es El Rincón de las Letras, fue el único que estaba vacío, de los que visité, lo que indica que hay un mercado de cubanos capaz de pagar esos lugares, que son baratos para un extranjero, pero muy caros para un cubano. Una cena o comida para tres personas puede costar 16,000 pesos cubanos equivalentes a unos 22 dólares, eso es lo que gana aproximadamente un pensionado en un año. La gente sale desde temprano a “resolvel” para “comel”. Venden lo que sea: flores, fruta “bomba”, “malanga”, “yuca”, forros para celulares, ollas, sartenes, licuadoras, rastrillos para rasurar, shampoo de “fuera”, cremas para la cara, carne de cerdo carísima, “laticas de cerveza” e incluso de Coca-Cola made in South África o México, tal como lo vi en una feria, un tianguis, en el parque John Lennon cuya estatua se inauguró el 8 de diciembre del 2000 a 20 años de su asesinato. Tremenda paradoja Fidel Castro lo acusó innumerables veces a él, a los Beatles, los Rolling Stone y todo el rock de ser instrumentos desviacionistas del imperialismo, mientras Castro no tiene estatua en la Habana, como tal, aunque hay un Museo muy grande, al que por supuesto no fui.

El turismo ha descendido en los años recientes, en 2022, Cuba recibió 1,6 millones de visitantes internacionales, y en 2023, poco más de 2,4 millones. Esto representa alrededor del 56% de su nivel en 2019. En enero de 2025, el turismo en Cuba disminuyó un 25% en comparación con el año anterior. Uno no se explica que a pesar ello la construcción de grandes hoteles no ha cesado, como es el caso del Hotel Royalton Habana Paseo del Prado. Sin duda el más grande y polémico es el Iberostar Selection La Habana, la Torre K-23 de 42 pisos y 565 habitaciones, más de 150 metros de altura. Hay decenas más en todo el país. La explicación que me dieron es que esos hoteles se construyen por el Estado, son concesionados a empresas trasnacionales, sobre todo españolas, donde el acuerdo implícito es hacer con esos bienes inmensos especulación financiera, algo que también se práctica en grandes ciudades como Londres donde los he visto, pero existen en todo el mundo, algunos le llaman a este fenómeno financiarización, asociado a la gentrificación.
Los otrora cuentapropistas “ahora bajo el esquema de MIPYME creadas en septiembre del 2021 como respuesta a la rebelión San Isidro del 11 de julio del mismo año. Donde el aparato reaccionó con rapidez, el decreto Ley 48/ 2021 que las regula se expidió en septiembre de ese año, aunque hubo ensayos previos en los años anteriores, sobre todo a raíz de la visita de Obama.
Esa misma casta, a la que los habaneros se refieren como ellos, poseen restaurantes, antros lujosos como el que tiene el Cangrejo en Miramar, llamado Discoteque Don Cangrejo de donde dicen que Raúl Guillermo Rodríguez Castro fue bautizado así por la gente, aunque bien podría tener un sentido irónico del camino hacia atrás de Cuba, del socialismo en ruinas al capitalismo con una acumulación originaria súper veloz, como me explicó el estudioso mexicano Guillermo G Espinosa. Fenómeno similar ocurrió en Rusia después de la desaparición de la URSS.
Lo que ocurre ahora es un fenómeno distinto al control que tuvo siempre la burocracia castrista sobre la economía, ni el mismo Fidel Castro tenía propiedades a su nombre, ahora estos sí tienen esas propiedades que son la semilla de la clase capitalista que se expande a mucha velocidad, casta bastante impúdica, propietaria de automóviles importados de marcas como Mercedes Benz, AU, BMW, Renault, Fiat, también camionetas con sus guaruras, al estilo de la 4 T mexicana.
En un modelo calcado del soviético, el socialismo cubano, desapareció todo tipo de changarros, no había ni vendedores de maní, de ahí pasaron a la proliferación de pequeños negocitos del MIPYME.
Quizá ello explique por qué en el Hotel Nacional sea imposible tomarse un Cuba libre, no hay refrescos de cola ni siquiera los cubanos , ni mucho menos Coca Cola y sin embargo en un changarrito situado en Vedado Café 8 , hay todo tipo de bebidas desde wiskis, coñacs, ron añejo muy fino y caro , incluso tequila , porque los administradores del Hotel Nacional son empleados del Estado, les vale buscar “colas” porque su salario es miserable, se aplica el dicho mexicano “ellos hacen como que nos pagan , nosotros como que trabajamos”, mientras que la dueña del Café 8 tiene un sentido de pertenencia que la impulsa a tener bien surtido su negocio.
No es menor el tema de la cuestión del sentido de pertenencia, sí ese es el motor, la motivación fundamental de la eficiencia de los changarros privados, significa una gran derrota para las raíces y el pensamiento socialista en Cuba y el resto del mundo hoy totalmente capitalista.
No todo lo que brilla es oro, los trabajadores de esos Mipyme laboran jornadas de 24 horas, entran a las 10 de la noche de un día y salen a las 10 de la noche del día siguiente por un salario de 1600 pesos cubanos, al cambio de 3 40 por dólar, es decir 5 dólares por jornada. Eso en Cuba es un privilegio, las pensiones mensuales de la mayoría son de 1 600 pesos.

En esta visita fugaz a La Habana, tuve la oportunidad de convivir con una familia cubana, agradezco inmensamente haber visitado y almorzado con la familia Mompeller en su casa del suburbio habanero de Alamar cuyo padre Alberto Mompeller, fue Héroe del Trabajo por ser uno de los mejores Cortadores de Caña en los años sesenta e inicios de los setenta.
No debo omitir comentar el caos financiero debido a los diversos “modelos” para los precios del peso ante el dólar, todo eso favorece a la casta que controla las finanzas, pero incrementa los dolores de cabeza de los cubanos de pie e incluso el de las empresas extranjeras que operan en Cuba.
Pone la piel chinita saber el poderío de los militares. A través de Grupo de Administración Empresarial, SA (Gaesa), el grupo empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) con ramificaciones que van desde el sector hotelero hasta las tiendas minoristas de ventas de productos en divisas, pasando por las aduanas y los puertos, entre muchos otros. Sobra decir la semejanza con el México de la Cuarta Transformación.
Mi visita al Barrio de San Isidro fue la más intensa de mis experiencias, caminé por las pequeñas calles donde inició desde 2018, aunque no se limitó a ese barrio, sino que se expandió por todo Cuba el 11 de julio de 2021 la más grande rebelión habida en Cuba después del triunfo revolución, incluido del llamado Maleconazo de agosto de 1994.
La rebelión del 11 de Julio del 2021 fue reprimida de manera contundente por el Estado castrista, en manos de los militares y de la operación cangrejo. Centenares de presos, que por momentos llegaron a superar los mil, fueron acusados de tirar piedras a un jeep militar , o liarse a golpes con la policía por esos “delitos” fueron condenados a penas de varios años de prisión, muchos permanecen presos, aunque en marzo de éste año fueron liberados 553, en aparente respuesta a la desclasificación de Cuba como país de protección a terroristas que impulsó Donald Trump, ninguno de ellos fue absuelto o amnistiado, por lo que podrían , en cualquier momento volver a prisión. Uno de los presos más conocidos es el artista Luis Manuel Otero Alcántara. Los participantes en la rebelión del 11 de julio del 2021 han sido perseguidos y acosados a niveles insólitos, no les permitían abandonar sus viviendas durante semanas, se ponían delante de las puertas de sus pequeñas y miserables viviendas los agentes de la policía política. La represión en Cuba es preventiva, se basa en una red de espionaje disfrazado en los Comités de Defensa de la Revolución CDR y desgraciadamente en la delación que se ven obligados a realizar por miedo muchos en Cuba. Cuando la represión preventiva falla, como ocurrió el 11 de julio de 2021, el estado es inclemente.
San Isidro es un barrio bravo pero al mismo tiempo tranquilo, diferente a Tepito, caminé por sus calles sin ninguna hostilidad, más bien la gente era indiferente, siguieron platicando en las puertas de sus viviendas, como lo suelen hacer los cubanos para afrontar el calor o jugando beisbol ante los murales muy creativos y simbólicos como el que alude a una de las obras del inglés George Orwell. Estar ahí, pisar esas calles me conmovió profundamente, porque el valor de la libertad es universal, trasciende las fronteras, las generaciones, también a las ideologías supuestamente revolucionarias convertidas en iglesias. San Isidro su rebeldía y la represión del Estado castrista reafirmaron mis convicciones libertarias, confirmaron mis acciones contra el poder y por la libertad como la que desarrollamos en México el 10 de junio de 1971, manifestación que sufrió una masacre con 44 muertos identificados con nombre y apellidos, quienes contribuyeron con sus vidas a GANAR LA CALLE.

Cuba es un triste testimonio de la ruta del socialismo estilo soviético, hacia el capitalismo, aunque nos hizo soñar a muchos en la creación del hombre nuevo.

RADIO NUESTRA AMERICA ESTA SIENDO ATACADA CIBERNETICAMENTE

Desde febrero del 2025 ya van en tres ocasiones que Radio Nuestra América ha sido atacada con el fin de suspender nuestra programación. Hoy padecimos de un ataque brutal.  Este comunicado lo pusimos en febrero pasado. Desde entonces hay personas, organismos que quieren que no sigamos en el aire. Tienen bien orquestada una campaña de difamación contra el director de la emisora. No van a conseguir que Nuestra América Online Radio salga del aire.
Pongan abajo sus comentarios de solidaridad.
 
Gracias, el director





martes, 22 de abril de 2025

Editorial: Ecos de 1984: el segundo mandato de Trump y el surgimiento del estado policial moderno

Imagen creada por la IA


Por Armando García Álvarez

Los controles que la administración de Donald Trump está imponiendo a todos los niveles de la sociedad, bajo la consigna de hacer que Estados Unidos vuelva a ser fuerte, me recuerdan al libro de George Orwell titulado "1984" donde el 'Gran Hermano', tenía los ojos puestos en todos los habitantes de la sociedad.

En la novela distópica 1984 de George Orwell, el mundo está gobernado por una vigilancia omnipresente, una verdad manipulada y la bota aplastante del poder autoritario. En el corazón de la visión de Orwell está la idea de que la verdad es maleable, la historia se reescribe y la disidencia es una amenaza que hay que neutralizar. Si bien 1984 es una obra de ficción, no se pueden ignorar sus inquietantes paralelismos con el panorama político contemporáneo, especialmente cuando se examinan las implicaciones de un posible segundo mandato de Donald Trump.

La primera presidencia de Trump ya ofreció atisbos de lo que Orwell podría describir como un "estado policial blando": una retórica agresiva contra la prensa, la calificación de la información fáctica como "noticias falsas" y un ataque implacable a las instituciones democráticas. Pero es la perspectiva de un segundo mandato, libre de las presiones de la reelección y envalentonado por el apoyo de los leales, lo que hace saltar las alarmas más profundas.

En 1984, el concepto de "doble pensamiento" —la capacidad de sostener dos creencias contradictorias a la vez— es una herramienta de control. Bajo Trump, esto se ha manifestado en forma de contradicciones flagrantes que no solo son aceptadas por su base, sino celebradas: negar los resultados de las elecciones mientras se las llama la defensa de la democracia; afirmar que apoya la ley y el orden mientras alienta la violencia en el Capitolio; denunciando la extralimitación del gobierno al tiempo que promete deportaciones masivas y medidas militares enérgicas contra la disidencia.

La "Policía del Pensamiento" de la novela encontró su análogo en el mundo real en la persecución política de los enemigos percibidos: periodistas, jueces, denunciantes y funcionarios públicos que no se alinearon. El coqueteo de Trump con la expansión del poder ejecutivo, la purga de agencias independientes y las amenazas de enjuiciar a los oponentes políticos reflejan inquietantemente las tácticas orwellianas diseñadas para silenciar la disidencia e imponer la lealtad.

El Ministerio de la Verdad de Orwell reescribió la historia para ponerla al servicio de la narrativa del Partido. En los Estados Unidos de Trump, la historia revisionista prospera, desde minimizar los acontecimientos del 6 de enero hasta prohibir libros y remodelar los planes de estudio escolares al servicio de una ideología estrecha. La manipulación de los hechos ya no es encubierta; Se proclama y se aplica con orgullo a través de la presión política y la intimidación cultural.

Los partidarios argumentan que el enfoque de Trump se trata de "Estados Unidos primero", de restaurar la grandeza. Pero el patriotismo, cuando se utiliza como arma para suprimir el escrutinio y cuestionar la lealtad, comienza a parecerse al nacionalismo, un tipo de lealtad orwelliana donde el desacuerdo es traición y el pensamiento crítico es sedición.

Lo que Orwell advertía no eran sólo los peligros de un tirano, sino la sociedad que lo permite: una población demasiado cansada o cómplice para resistir. El segundo mandato de Trump, sin las trabas de la rendición de cuentas tradicional, corre el riesgo de acelerar la erosión de las normas democráticas que ya se han debilitado.

Esto no es una afirmación de que un segundo mandato de Trump replicaría literalmente la sociedad ficticia de Orwell, pero los mecanismos del autoritarismo rara vez se anuncian con botas y pancartas. Vienen disfrazados de populismo, patriotismo y la promesa de "ley y orden". El peligro no radica solo en lo que Trump pueda hacer, sino en lo que los estadounidenses puedan aceptar.

Además, para ser claros, no estamos viviendo en la Oceanía de Orwell. Pero estamos asistiendo a la prueba de sus principios en tiempo real. La vigilancia puede provenir de empresas tecnológicas privadas, la censura de las legislaturas estatales, la propaganda de los medios partidistas, pero el efecto es sorprendentemente similar: división, miedo y control.

Wells escribió una vez: "La libertad es la libertad de decir que dos más dos son cuatro". En un panorama político en el que incluso esa libertad básica está sujeta a tergiversaciones, distorsiones y negaciones, las señales de advertencia ya no son ecos lejanos, sino que están aquí, alto y claro.

Es posible que una segunda presidencia de Trump no instale al Gran Hermano, pero podría muy bien normalizarlo.

 


Editorial: Echoes of 1984: Trump’s Second Term and the Rise of the Modern Police State

 

Picture created by AI


By Armando Garcia Alvarez

The controls that Donald Trump's administration is imposing on all levels of society, under the slogan of making America strong again, remind me of George Orwell' book entitled "1984" where the 'Big Brother', had eyes on all the inhabitants of society.

In George Orwell’s dystopian novel 1984, the world is governed by omnipresent surveillance, manipulated truth, and the crushing boot of authoritarian power. At the heart of Orwell’s vision is the idea that truth is malleable, history is rewritten, and dissent is a threat to be neutralized. While 1984 is a work of fiction, its haunting parallels to the contemporary political landscape cannot be ignored—especially when examining the implications of a potential second term for Donald Trump.

Trump’s first presidency already offered glimpses into what Orwell might describe as a "soft police state": aggressive rhetoric against the press, the branding of factual reporting as “fake news,” and a relentless attack on democratic institutions. But it is the prospect of a second term—unencumbered by reelection pressures and emboldened by loyalist support—that raises the most profound alarm.

In 1984, the concept of “doublethink”—the ability to hold two contradictory beliefs at once—is a tool of control. Under Trump, this has manifested in the form of blatant contradictions that are not just accepted by his base, but celebrated: denying election outcomes while calling it the defense of democracy; claiming to support law and order while encouraging violence at the Capitol; decrying government overreach while promising mass deportations and military crackdowns on dissent.

The novel’s “Thought Police” found their real-world analog in the political targeting of perceived enemies: journalists, judges, whistleblowers, and civil servants who did not fall in line. Trump's flirtation with expanding executive power, the purging of independent agencies, and threats to prosecute political opponents eerily mirror Orwellian tactics designed to silence dissent and enforce loyalty.

Orwell’s Ministry of Truth rewrote history to serve the Party’s narrative. In Trump’s America, revisionist history thrives—from downplaying the events of January 6th, to banning books, to reshaping school curricula in service of a narrow ideology. The manipulation of facts is no longer covert; it is proudly proclaimed and enforced through political pressure and cultural intimidation.

Supporters argue that Trump’s approach is about “America First,” about restoring greatness. But patriotism, when weaponized to suppress scrutiny and question allegiance, begins to resemble nationalism—an Orwellian brand of loyalty where disagreement is treason and critical thought is sedition.

What 1984 warned of was not just the dangers of a tyrant, but the society that enables him: a populace too weary or complicit to resist. A second Trump term, unfettered by the guardrails of traditional accountability, risks accelerating the erosion of democratic norms that have already been weakened.

This is not a claim that a Trump second term would literally replicate Orwell’s dystopia—but the mechanisms of authoritarianism rarely announce themselves with boots and banners. They come disguised as populism, patriotism, and the promise of “law and order.” The danger lies not just in what Trump might do, but in what Americans might accept.

Also to be clear, we are not living in Orwell’s Oceania. But we are witnessing the testing of its principles in real time. The surveillance may come from private tech firms, the censorship from state legislatures, the propaganda from partisan media—but the effect is strikingly similar: division, fear, and control.

Wells once wrote, “Freedom is the freedom to say that two plus two make four.” In a political landscape where even that basic freedom is subject to spin, distortion, and denial, the warning signs are no longer distant echoes—they are here, loud and clear.

A second Trump presidency may not install Big Brother, but it could very well normalize him.

Las tropas del Papa

Foto de Neneo de Dreamstime ID 36573299 Por JOEL ORTEGA JUÁREZ Cuando terminó la segunda guerra mundial, las potencias vencedoras negociab...