Fotos del autor en su viaje a Cuba
Por JOEL ORTEGA JUÁREZ
Desde 1973 he viajado varias veces a Cuba,
nunca como invitado del gobierno castrista, la Revolución Cubana está tatuada
en mi alma, como en casi toda mi generación Baby Boomer.
Fidel, así como si fuera un cuate más, es
el líder que más me ha impactado, es una de las principales figuras del Siglo
XX, junto con Lenin, Stalin Trotsky, Mao, Roosevelt, Hitler, Mussolini, Churchill,
De Gaulle, Gandhi, Ho Chi Minh, Ben
Bella , Mandela, es el más importante de habla hispana, su sueño era que la
historia lo absolviera y ser el sucesor de José Martí.
Fidel Castro nació el 13 de agosto de 1926
y murió el 25 de noviembre de 2016 , a los 90 años , se cumplió su profecía
“Moriré cuando haya un Papa argentino y un presidente negro en Estados
Unidos”, precisamente ese año el presidente Obama visitó Cuba , fue recibido con los máximos
honores por Raúl Castro Primer Ministro y jefe del Partido Comunista, también
en esos meses fue el gran concierto de los Rolling Stones al que acudieron
centenares de miles, a pesar de que su música estaba prohibida en la Isla de
la Libertad, Jagger dijo ahí Los tiempos están cambiando.
A partir de ahí se produjo una cierta liberalización
en Cuba, se reabrió la Embajada de Estados Unidos, en el malecón de La Habana
y se estableció la de Cuba en Washington. Aumentó el flujo de turismo de los gringos,
las remesas llegaron más fácilmente y se concedieron miles de visas a cubanos
para ir a Estados Unidos.
Nadie se imaginaba que surgiría un singular
movimiento de los disidentes en el Barrio de San Isidro El Movimiento San
Isidro ( en español : Movimiento San Isidro , abreviado MSI ) es un grupo de
artistas, periodistas y académicos cubanos formado en 2018 para protestar
contra la creciente censura del gobierno a la expresión artística en Cuba.
Mucho menos que habría una rebelión el 11
de julio de 2021. Según Wikipedia. Las manifestaciones surgieron en San Antonio
de los Baños, cerca de La Habana, y Palma Soriano, en la provincia de Santiago
de Cuba, con personas cantando «Patria y Vida», una canción que se ha vuelto
icónica para la oposición al castrismo. El Movimiento
San Isidro llamó a salir al Malecón de La Habana. Las protestas se expandieron por el Malecón de La Habana al igual
que en Santiago, Santa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Manzanillo y Bayamo, Guantánamo, San José de las Lajas, Holguín y Cárdenas; según
reportaron diversos medios. En redes sociales se difundieron videos de
protestantes cantando consignas de “Libertad”, “Abajo el comunismo” y “No tenemos miedo”, además de reclamar vacunas para el país.
El presidente Díaz-Canel instó a sus
seguidores a salir a las calles como respuesta a las manifestaciones.
Después de la rebelión del 11 de julio del
2021, la nomenklatura castrista realizó algunos cambios.
Actualmente en La Habana se escucha el
apodo de El Cangrejo, como uno de los hombres más poderoso de la dinastía
castrista.
Raúl Guillermo Rodríguez Castro, más
conocido por su mote, ‘el Cangrejo’, es nieto de Raúl Castro además de ser el
líder de su equipo de escoltas y asesor. El 'Cangrejo' es hijo de Luis Alberto
Rodríguez López-Callejas, que falleció el 1 de julio del 2002.
Raúl Guillermo forma parte de una élite que
vive una vida de lujos y comodidades y que contrasta con la situación general
de Cuba, donde el 72 por ciento de los ciudadanos vive bajo el umbral de la
pobreza, según publicó el pasado año el Observatorio Cubano de Derechos Humanos
(OCDH).
Antes de viajar a La Habana el 2 de abril
de este año 2025, no imaginé muchas cosas que pude ver, escuchar en mis
caminatas por una ciudad tan maravillosa como La Habana en ruinas. Al llegar a Cuba
por el Aeropuerto Internacional José Martí viví lo que narra magistralmente
Leonardo Padura en su novela Como Polvo en el Viento , cuyo ejemplar compré en una liberaría de la
Calle Obispo, algo completamente inesperado por mí:
Para pasar inmigración. 30 minutos de
cola, llegas a Cuba y te recibe una cola. <El país de las colas largas>, pensó
mientras leía en una publicidad que había llegado. A un paraíso bajo el sol.
Casi deshidratado por una sublevación nerviosa y las diarreas con el cuerpo
adolorido del Tembleque, ante más que temblorosos, se paró al fin frente a la
cabina de fronteras. Murmuró un buenas noches y entregó su pasaporte cubano,
adornado con un permiso de entrada a su propio país estampado en el Consulado
de Madrid.
Ir. comenzó el celador. Irving Castillo
cuesta se adelantó el aterrado. Miren a la Cámara, le pidió al oficial que él
midió a la Cámara. Clic. ¿En qué vuelo vino cubana? ¿De dónde ha de Madrid?
¿Tiene también pasaporte español? Sí, enséñelo.
…Su pasaje de vuelta aquí está. Irving
hablaba y el otro no lo miraba. Sentía que la flojera de sus piernas iba en
aumento, mientras el funcionario, con distante rigor, casi científico, leía,
revisaba los pasaportes, examinaba con detenimiento el billete aéreo y luego.
Achicando un poco los ojos, comparaba la información con algo que debía estar
en la pantalla de su computadora. ¿Diría que había estado preso o detenido o
como le dijeran sus terribles días de encierro? Y volví a mirar a Irving antes
de seguir con el chequeo. ¿Por qué se demora tanto, coño? Sí, seguro. Ahí
aparece que estuve preso o detenido. Tienen mi expediente digitalizado un
expediente gordo y saludable, se decía el recién. Regresado con una amenazadora
alteración de las tripas y los poros anegados. En ese instante deseó que le
negaran la entrada en su país y lo devolvieran a España en el mismo avión que
había viajado. (En mi caso que me devolvieran a México) (continuará )
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